miércoles, 12 de agosto de 2009

Archivo 017 Cargar Muertos.

Un sábado por la mañana una mujer observaba las gotas de agua deslizarse por el cristal de su ventana. Su mirada estaba perdida, entre sueños y sus pensamientos profundamente sombríos. Sabia que no dejaría de llover en todo el día, había escuchado en la televisión que una tormenta tropical azotaría la ciudad y que muy probablemente duraría de dos a tres días sin parar de llover. Sus labios rojizos se perdían entre los dientes mientras una de sus manos sórdidamente sacaba una cajetilla de cigarros de la bolsa de su pantalón. Encendió el cigarro y sintió el suave sabor del tabaco y la nicotina mezclándose en su lengua.

Veía a la gente correr en la calle tapándose con lo que tuvieran a mano y algunos hasta resguardándose bajo algún toldo. El agua corría a un costado de la banqueta como un rió desenfrenado y logro ver una escena que aunque en otra ocasión le hubiese apetecido un tanto cómica, ahora no le causo ninguna sensación. Y es que un grupo de gente se amontonaba bajo el pequeño techo que ofrecía una parada de camiones en la acera de enfrente, cuando un camión pasó a toda velocidad y los empapo por completo. – Míralos, tan tontamente preocupados por una simple lluvia-. Dijo la mujer soltando el humo y regándolo hacia el techo de la habitación.

Apago la colilla del cigarro y la puso con el resto que se encontraban en el marco de la ventana. La pintura se había carcomido y cenizas grises y negras se revolvían con algunas hojas de tabaco y filtros. La mujer camino hasta una pequeña mesa de noche que se encontraba al otro lado de la habitación y bebió el poco wisky que quedaba en el vaso.

Recargo su cabeza hacia atrás y cerro los ojos mientras se tocaba la nuca con su mano izquierda. Soltó un suspiro al aire y se introdujo al baño. Abrió ambas llaves y logro que el agua se entíbiesese. La tina de baño se encontraba a medio llenar cuando ella comenzó a desnudarse. Tenía un cuerpo hermoso y completamente natural. Se paro frente al espejo y se miro unos moretones en forma de manos, de manos gruesas y fuertes. Los tenía en su costilla derecha y en su brazo izquierdo. Se metió al agua y se relajo por completo. Entrecerró los ojos y miro hacia el techo. El cuerpo le dolía pero aun así se comenzó a tallar con una esponja de manera brusca. – ¡El mundo esta completamente loco!- Repetía constantemente apretando los dientes y dejando rodar una que otra lagrima. Después de un rato, se había calmado y se quedo dormida.

Despertó dando un brinco del estremecimiento y recordó donde estaba. La luz que hacia algunas horas entraba por una pequeña ventana se había apagado pero el golpeteo de las gotas aun sonaba. Se levanto de la tina y tomo la ropa del piso. Atravesó la habitación y tomo ropa limpia del ropero. Camino hasta la cocina, tomo un encendedor y un bote de gas para rellenar el encendedor. Salio a la cochera y puso la ropa sucia dentro de un tambo de basura que se encontraba ahí, lo baño con el gas y le prendió fuego. Las llamaradas se levantaban por encima del borde mientras ella observaba su ropa consumirse. Cuando el fuego convirtió en nada a su ropa regreso dentro de la casa y comenzó a limpiar unas gotas de sangre que había por casi todo el piso de la sala y el comedor. Regreso a la cocina y se preparo un sándwich sencillo. Se lo comió ahí parada, con su brazo recargado sobre la barra y alumbrándole un foco amarillento. Tomo una bolsa grande de basura y fue al cuarto. Sobre la cama se encontraba el cuerpo inerte del amor de su vida. Un brazo colgaba a la orilla y unas serpientes de sangre lo rodeaban hasta convertirse en gotas que a su vez se convertían en un ya bien marcado charco de sangre. La expresión de su rostro denotaba miedo, y de sus ojos y boca se marcaba un camino salino donde alguna vez hubo lágrimas y saliva respectivamente. La otra mano había quedado sobre su estomago y se hundía. Las tripas y todos los intestinos se encontraban completamente expuestos, al igual que el tobillo derecho exponía el ya amarillento hueso. El olor se había vuelto putrefacto y el ambiente se sentía denso y tenebroso. La mujer se acerco al cuerpo y le beso en la boca. –Si tan solo me hubieses avisado con tiempo.- y sonrió. Tomo del buró el cuchillo de carnicero y le amputo el brazo colgante. –Ahora púdrete Idiota!- Grito la mujer mientras afuera el cielo tronaba y echaba relámpagos por doquier. Separo completamente el cuerpo de sus extremidades incluso corto la cabeza y lo coloco todo en la bolsa. Salio de nuevo hasta la cochera y puso la bolsa junto al bote. Miro a su derecha, y ahí en la pared se encontraba una mujer clavada por un pico de albañil. Su cara estaba recargada hacia la pared y la sangre bajo de si se había tornado muy oscura. –Luego me encargo de ti!- Dijo la mujer. Regreso al interior y saco la cortina de hule del baño, lo coloco a un costado de la cama y jalo las sabanas y almohadas hacia el. El colchón estaba realmente afectado por la sangre, así que solo lo levanto y puso la mancha hacia abajo. Tomo el hule y envolvió todo. Llevo las cosas afuera.

Fue por sabanas limpias y volvió a tender la cama, incluso trajo unos viejos almohadones y los puso sobre la misma. Se inclino con un cepillo ,una tina con agua y jabón para limpiar la mancha de sangre que había formado el brazo. Limpio los salpicones de cuando descuartizo el cuerpo. Cuando termino miro el reloj, marcaba las once y treinta de la noche. Tomo las llaves del coche y salio hasta la cochera, abrió la cajuela y justo cuando iba a echar la bolsa, algo llamo su atención en la calle. Era el carro de la mujer clavada. Así que esa era una idea mejor. Quito el pico y el cuerpo de la mujer se desvaneció hasta el suelo. Lo registro hasta encontrar las llaves. Levanto la bolsa y le llevo hasta ahí, también hecho el bote y el hule con las sabanas. Llevo a rastras a la mujer hasta sentarla en el asiento del copiloto. La lluvia no cesaba. Regreso casi empapada y limpio con una mezcla de pinol y cloro la sangre del piso y el pico. Cerro la casa y se arranco a toda velocidad en el coche.
-Porque lo hacías?, dime. Siempre he tenido esa curiosidad. Que se siente ser la segunda?.- Le hablaba enfermizamente la mujer al cadáver. –Digo!, ósea. Tus razones debiste haber tenido. Yo nunca te había visto, pero siempre me imagine que si me era infiel seria con alguien como tu.- Su locura había llegado muy lejos y conducía a exceso de velocidad hablando con un cuerpo que se agitaba de un lado a otro.

Después de un rato, la mujer llego hasta un barranco y ahí se paro. Abrió la cajuela y saco todo. Lo dejo caer. El sonido de que las cosas habían llegado al fondo había tardado mucho en sonar, además el agua casi no lo dejo oírse. Tomo el cuerpo de la mujer y lo sentó a la orilla, ella se sentó junto. –Tal vez si nos hubiésemos conocido en otra situación, hubiésemos sido amigas. Pero no así, oh!, no señor!. Como mi madre decía, lo que es mal habido, mal termina. Sabes. Hasta cierto punto me alegro, porque aquí acaba mi mala vida y comienza un nuevo paso para mi.- La mujer no dejaba de hablar incoherentemente con el cuerpo. Saco una pistola. –Sabes, esta arma me la regalo mi papa. El era policía, y esto fue lo único que quedo de el en una balacera. Así que prácticamente me la dio. En fin, siempre me ha servido, y hoy será su último uso. Que dices?. No claro que no, yo no usaría una pistola contra ti, es para mí. Tu sabes, Alguien tiene que pagar los platos rotos y no quiero ser yo.- El cadáver de la mujer se balanceo sobre si misma y resbalo, cayo por el barranco. La mujer se guardo el arma en la parte trasera del pantalón y asomo la cabeza para ver donde había caído el cuerpo. Al fondo, muy a lo lejos y con el agua formando una cortina blanca y la oscuridad, alcanzo a ver vagamente el cadáver en una posición en la que un humano con vida jamás abría tenido la suficiente flexibilidad y elasticidad para lograrla. La mujer subió al coche y salio rápido de la escena. –Que has hecho estupida!, que has hecho?-

Llego al nivel bajo del barranco y estaciono el coche. Se quedo ahí un momento, la lluvia estaba igual o más intensa que antes, ajusto el retrovisor y vio la carretera en el reflejo. De pronto una idea vino a su cabeza. Al abrir la cajuela para subir todo había visto una maleta grande, así que fue a buscarla y saco cambios de ropa y cosas que venían dentro de ella, y al vaciarla completamente encontró dos boletos de avión, al parecer para usarse esa misma noche con destino a Tijuana. –Maldita perra!- saco el arma y se introdujo entre matas, árboles y matorrales con la maleta. La noche era densa y el agua no ayudaba mucho. Camino durante un tramo largo hasta llegar a donde estaban los cuerpos. Intento recoger el cadáver pero este pareció moverse. El corazón le acelero y le disparo en el cráneo –Pudo ser un reflejo, pudo ser un reflejo!- Se repetía en su retorcida mente. Pero no era así, el cuerpo aunque tenia más de doce horas sin que le circulara la sangre, realmente se movía, se puso en pie y la miro.
El cadáver aun no terminaba cuando la mujer comenzó a disparar de nuevo. Los balazos retumbaban hasta la orilla de la carretera, donde unos policías alumbraban con su lámpara de mano el coche. Los balazos los alertaron y se comenzaron a investigar. Jessica veía de nuevo el cadáver en el piso. –Y ahora que perra!, te la seguirás cogiendo? Jaja!- Gritaba y fanfarroneaba con el arma en la mano. –No te temo estupida!, ni a ti ni a ella!, por eso también la descuartice!- Soltó la maleta y agarro la bolsa negra, saco las partes del cuerpo putrefacto y las puso dentro. Se puso de nuevo en pie y le apunto con el arma al cráneo ya desfigurado de la mujer. –Entra!, entra ahí!, ahora!. Muévete estupida!-El cuerpo no se movía. En ese momento un as de luz pasó por encima de su cabeza, era la lámpara de los policías. Se escuchaban las frecuencias y las gotas golpeando las hojas de los árboles.

Jessica se agacho y comenzó a meter el cuerpo dentro de la maleta. No fue difícil, la caída por el barranco se había encargado de eso. Como pudo arrastro la maleta sin que la escucharan ni la vieran los policías. Llego hasta el coche y los subió en el asiento trasero. Encendió el coche. Los policías escucharon el motor poniéndose en marcha y regresaron corriendo hasta la carretera, pedían refuerzos. No sabían lo que pasaba exactamente pero sabían que escuchar balazos en medio de la noche no era algo sumamente normal y mucho menos era bueno. Al llegar a la orilla vieron la camioneta justo donde la habían dejado, y el coche aun estaba ahí, solo que con el motor encendido. Miraron a todos lados. Uno de ellos desenfundo su arma. Y apunto a los árboles. El otro hablaba por la frecuencia y se acerco al coche para apagarlo. –Pareja, mira, hay una maleta aquí atrás. Eso no estaba cuando llegamos.-El otro agente se acerco para mirar, en ese momento salio Jessica con el arma en la mano y sin pensarlo le disparo en la cabeza a uno de los agentes. El otro se impacto, pero reacciono y apunto el arma hacia la mujer. -Baje el arma!, soy policía, baje el arma ahora mismo-. Jessica por su parte le apuntaba pero no dejaba de míralo fijamente a los ojos. Comenzó a bajar el arma poco a poco. –Papa!, eres tu?- El policía dio un respingo al ver la cara de la mujer, parecía estar diciendo la verdad. –Quien es usted señorita?, responda, diga su nombre en voz alta y arroje el arma lo mas lejos de usted!- Jessica lo veía con cara de ternura. –En verdad no me reconoces papa?, soy yo tu hija Jessica!, mírame, soy toda una policía como tu!- El hombre la veía extrañado, sabia que estaba delirando y que debía tener cuidado, un paso en falso podría perder el control de la situación y provocar que la extraña mujer le disparara, así que decidió seguir su juego. – Si hija, ahora te veo. Como fui tan tonto!, pero ven, dame el arma y todo va a estar bien.- Jessica borro su fúnebre sonrisa y empuño de nuevo el arma. – Cállate!, porque me dejaste tan pequeña?, porque!?.- El policía no sabía lo que pasaba, la mujer estaba en un desequilibrio total. – Cállate!, cállate!!!- Comenzó a gritarle hasta que una bala sonó. El policía cayo sobre el asfalto y vio a la mujer acércasele a darle el tiro de gracia.

Jessica subió al coche a ambos policías. Al primero que mato lo puso atrás junto a la maleta y al segundo lo sentó adelante. – ..Y dime papa, como te ha ido?, a mi me ha ido bien. Ahora soy policía como tu. Y bueno, pues tengo mis secretos, por ejemplo, no me avergüenzo papa, soy lesbiana y una de las que viene en la bolsa era mi pareja, y la otra es su amante. Pero ya me encargue papa. Tú sabes, uno tiene que solucionar sus problemas...-
El coche avanzaba zigzagueando por la carretera, y ella continuaba con su conversación macabra. -...Después de todo, ella misma lo dijo, uno tiene que cargar con sus muertos papa, je!. Y mama como esta?, esta bien?. Dile que me disculpe mucho, se que por mi culpa fue que fallaron los frenos del coche, pero pues, yo tenia que hacer lo correcto, ella quería casarse de nuevo y pues, eso no se hace. Ella debía serte fiel. En fin....-
Una patrulla de transito perseguían al carro sospecho por zigzaguear y por el exceso de velocidad, aun no sabían de los compañeros policías caídos y mucho menos de las mujeres muertas.
-Alto, baje la velocidad y oríllese, es un chequeo de rutina, esta violando varios artículos del reglamento vehic..- aun no terminaba de hablar el transito por el alta voz cuando el coche se detuvo. El auto se orillo y los tránsitos detrás de el. –Espérame aquí, yo soluciono esto, solo a de ser un simple borracho.- El transito descendió de la unidad con su impermeable amarillo que brillaba aun mas a través del retrovisor de Jessica por las luces de la torreta y los focos delanteros del stratus blanco con naranja. –Buenas noches, porque la prisa?- Dijo el transito que lucia en su gafete el nombre de Bernardo. –Buenas noches oficial, cuales son los cargos?- Bueno señorita, pues el exceso de velocidad, por ir zigzagueando y pues parece que ingirió bebidas alcohólicas.- Al decir esto Bernardo apunto su lámpara de mano dentro del automóvil y enfoco la maleta y vio la mano del policía.
–Que traen ahí?- - Oh!, no es nada oficial, solo algunos cachivaches de mi hermano.- Cuando bernardo intento enfocar al cuerpo del policía muerto Jessica saco el arma y le disparo justo en el cuello, arranco el carro y se marcho a toda velocidad. El compañero de Bernardo se estremeció y de golpe brinco al otro lado de la patrulla, encendió el coche y se fue tras ella, tan rápido que ni siquiera noto que le paso muy cerca de su compañero.
–Atención, atención, oficial herido, repito oficial herido en avenida Ruiz cortines, voy tras el agresor, puede ser un narcotraficante, solicito ayuda.- Gritaba el oficial por la radio mientras pisaba el acelerador a fondo.

Jessica aunque iba rápido, conservaba una calma que solo su demencia le permitía tener. El transito rápidamente le daba alcance y solo pudo hacerle un rocé a la defensa trasera, Jessica perdió por completo el control e intento detener el carro, pero era demasiado tarde, el carro se volcó y dio varias vueltas en el aire, cayo sobre el toldo y se arrastro varios metros sobre de el.

Había un olor extraño, Jessica abrió los ojos y una luz blanca cegadora le rodeaba. Un pillido no dejaba de zumbarle en los oídos, no sentía nada de la cintura para abajo. Aun estaba media adormecida y algo atarantada por el golpe. Cuando logro enfocar se dio cuenta que estaba en una habitación de hospital. Vio a una enfermera que le daba la espalda y parecía estar llenando una jeringa. –Se...se...señorita!, donde estoy?.- la enfermera la miro y se acerco a ella. –Shh!, silencio preciosa, todo estará bien. Como ya te dije, tendrás que cargar a tus muertos.- saco una pistola de su bata y le apunto.

Un balazo retumbo en la habitación, cuando los custodios de la misma lo escucharon, entraron y encontraron a Jessica con un balazo en la frente. Pero no había forma de que eso sucediera, la habitación estaba sola.

Orlando G.

2 comentarios:

  1. Nemesis, gracias pero muchas gracias por tus criticas, bueno creo que me has ayudado lo suficiente, y lamento que no todas las historias te gusten, veras no es una excusa, pero creeme esto lo estoy aprendiendo solo, nadie me enseño a redactar y tampoco a editar una historia, lo hago tal y como me sale.

    Por otra parte te sugiero que sigas leyendo el resto de los relatos, ya que despues del archivo 014 e incluyendo el archivo 000 las historias las centre en mi ciudad, las traje a el mundo real y la utilizacion de nombres falsos he inventados termino, tomo nombres reales de personas que conosco.

    uevamente te agradesco las criticas y te aseguro que todas las tomare en cuenta, are lo mejor que pueda para poder crecer mas.

    tabien hay cosas que estan en las historias a proposito, es decir lo hago con el fin de sonar ilogico, porque ese es el punto, no todo tiene que ser logico, pero en fin. un fuerte abrazo y un saludo.
    gracias hermano.

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  2. nuevamente no me queda más que felicitarte, me encantan las historias que relatas, sabes?? asi como lo mencionas, que todas pasan en una ciudad o villa, que horror vivir ahí!!! pero bueno,, seguire leyendo tus historias.. que estes bien...

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