domingo, 24 de mayo de 2009

Archivo 001 La Ultima Carrera

En el pueblo de Red Village, durante las vacaciones de verano, un niño de doce años, Bill Summer se preparaba para la carrera de los quince kilómetros por eliminatoria. Esta carrera se organizaba anualmente y se iban eliminando a los competidores hasta que al final solo los diez mejores compitieran por el campeonato. Aunque siempre entrenaba arduamente, Bill nunca lograba llegar en primer lugar.


Se ajustaba los tenis, -se sentía el miedo en el aire- dio el último suspiro y salió a la pista dispuesto a ganar. Kim Hoop anunciaba a los corredores y cuando menciono a Bill, todos sus amigos y familiares se levantaron a ovacionarlo.


Sonó el disparo y los corredores salieron vigorosamente. Bill hacia su esfuerzo y solo sentía el viento pegándole en la cara y sus músculos estirándose y contrayéndose, sentía un leve dolor mas se concreto a llegar a la meta. Para cuando pudo reaccionar, se encontraba en el suelo y casi sin aliento. A lo lejos escuchaba a Hoop mencionar su nombre en tercer lugar y que Bernard Keiton había llegado en primer lugar como desde hacia tres años consecutivos.


Había pasado una semana, Bill estaba decepcionado de si mismo como ocurría año tras año. Se había mantenido en un arraigo mental, no comía, no salía, y muy pocas veces vagaba dentro de la casa. Para él era muy sofocante escuchar a su familia apoyarlo diciéndole falsas esperanzas y escuchar a sus amigos decirle que por poco y lo lograba.


La noche siguiente, cuando se preparaba para dormir, Bill sintió como un aire helado le recorría la piel de la espalda. Viro hacia la ventana y la vio abierta, a lo cual se quedo sorprendido ya que no recordaba haberla abierto. Bill se recostó y se entretenía leyendo una revista que había encontrado en el desván hasta que por fin se quedo dormido.


Alrededor de las dos de la mañana escucho como se abría lentamente la puerta de su armario. Cuando vio que algo salía de ahí, se estremeció he intento dejar salir un grito, pero no sucedió. Era la silueta de lo que parecía ser un hombre, y acerco hasta donde estaba Bill. Sin dudarlo Bill tomo una navaja que había heredado de su padre.


  • ¿Quién eres?

  • Hola Bill, soy solo un amigo que paso a saludar.

  • ¿Qué es lo que quieres?, se lo que sea, tómalo y lárgate!

  • Calma Bill, calma.....solo vine a ofrecerte un regalo.

  • ¿Un regalo?, de veras que eres el ladrón mas extraño que conozco!.-dijo Bill en un tono sarcásticamente enfadado-

  • Es por que yo no soy un ladrón mi estimado. Soy un amigo.

  • Un amigo?, yo no te cosco.

  • Pero yo si.....y eso Bill, es lo que cuenta ahora no crees?.

  • Claro que no, para empezar no puedo aceptar nada de extraños y mucho menos de un extraño que salió de mi armario.

  • Como te lo explico Bill..........veras, yo soy alguien inmortal que lucha contra la injusticia. Y tu, amigo mío, eres tratado con injusticia por ese maldito de Bernard.

  • Tú crees eso?

  • Claro, por eso te regalo este anillo que diseñe especialmente para ti, con el tu correrás una velocidad que ni tu mismo podrás creer.

  • En serio?, debo estar soñando cierto?

  • Oh si claro!. Estas soñando Bill, así que toma el anillo y firma aquí. –El hombre saco una pequeña libreta, algo vieja, doblada y arrugada y le hizo firmar.-

  • Fue un placer entregarte esto amigo mío, nos veremos muy pronto.


Bill sonrió y coloco el anillo en su mano izquierda y siguió dormido. La mañana siguiente se levanto asustado y se levanto de un brinco a mirar el armario, todo parecía normal. Cuando fue al baño para lavarse la cara, noto que en su mano seguía puesto el anillo que hasta ese momento el creía haber solo soñado. Recordó lo que el hombre le dijo así que decidió ponerlo a prueba, tomo su ropa deportiva y salió a la calle a buscar a Bernard.


Al encontrarlo le reto a una carrera de calle, terminando en el mismo punto donde comenzara. Ambos acompañados de compañeros de la escuela secundaria salieron corriendo. Bernard se quedo boquiabierto y Bill aun no creía lo que había pasado, había derrotado por fin a Bernard Keiton.


El tiempo paso y Bill se hacia cada vez mas y mas famoso, nadie podía ganarle. En un abrir y cerrar de ojos, la carrera anual se acercaba de nuevo.


La noche anterior a la carrera final, Bill miraba y limpiaba su tan ahora apreciado y hermoso anillo plateado y cuando apago la luz para descansar, la silueta volvió.


  • Que tal Bill?, disfrutando de ser un ganador?

  • Claro amigo!

  • Que bueno, me alegra en verdad, solo que hay un pequeño detalle, tendrás que irte conmigo.

  • Irme contigo?, a donde?

  • No tengo porque darte explicaciones, o regresas conmigo de donde vengo o simplemente regrésame el anillo.

  • No, yo no voy a ningún lado y este anillo ahora es mío.-replico Bill furioso-

  • Esta bien Bill, hazlo de esa manera, solo estas empeorándote las cosas.

  • Cállate- Bill cerro los ojos y se tapo los oídos-


Cuando Bill abrió de nuevo los ojos, la silueta ya no estaba así que tranquilamente se acostó a dormir.


La mañana siguiente, Bill se coloco en la línea uno de la pista, el disparo trono y todos comenzaron a correr. Rápidamente y como era de esperarse para la mala suerte de los demás competidores, Bill se coloco hasta adelante, dejando atrás a los demás por mucho.


En la última curva de la carrera, Bill se sentía mas ligero que de costumbre, como si perdiera rápidamente peso y de pronto sintió como su pierna derecha trono. Aunque el dolor era insoportable sorprendentemente seguía corriendo hasta que de pronto vio como la gente se acercaba de una manera extraña a la reja. Cuando volvió su mirada hacia si mismo, mirándose los pies vio como su tobillo se desprendía de su pierna y luego como la rodilla se desprendía y así sucesivamente hasta que al casi llegar a la línea final solo llego su cabeza, dejando sobre la pista la escena mas enfermiza y sangrienta.


Ante los ojos de cientos de personas, Bill Summer murió desprendido en pedazos de la forma mas extraña. Cuando el forense recogió sus restos noto que solo falto una pieza, un dedo de la mano izquierda.


Orlando G.

3 comentarios:

  1. Muy bueno! Saqué el blog de http://relatos.escalofrio.com/relato.php?ID=15432
    Ahora sigo leyendo :D
    Un beso !

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  2. OMG

    Eso no es justo, estaba comiendo mientras lo leía!!

    haha

    Muuy bueno

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  3. Hola Orlando, creo que iniciare diciendote lo mismo otra vez, ortografia, eso le quita belleza al relato.

    Creo que aqui has fallado un poco en las reacciones del chico, pues por momentos parecen un tanto exageradas y sobreactuadas aunque si son reacciones humanas y facilmente comprendibles por el lector.

    La estructura y redaccion son muy buenos, si bien como alguien te dijo es "extraño y sadico" tambien puede, si el lector lo aprecia, dejar una moraleja, no es un cuento vacio pues tiene logica y coherencia, pero creo que tambien te criticare lo de los nombres, no es necesario hacer nombres tan extravagantes pues hasta cierto punto se sienten como demasiado rebuscados.

    Un relato "aleccionador" diria yo...

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