Eran las diez con treinta y cinco de la noche, un auto negro se detuvo a cargar gasolina en la Melody Gas que estaba a la entrada de Red Village, El hombre descendió de su vehículo puso la manguera en el tanque y se dirigió a la pequeña tienda que donde estaba Louis Kartman, el tendero en turno.
Al entrar Louis le miro, mas nunca se quito los audífonos donde escuchaba algo de red hot chilli peper\'s. El hombre por su parte, camino hacia los refrigeradores, donde tomo un bote de agua purificada y del estante unas galletas de fibra, llego hasta Louis y saco su billetera, Louis se bajo los audífonos al cuello y pregunto que si era todo.
Si amigo...-entrecerró los ojos para leer el pequeño letrero con el nombre de Louis-.
Louis, señor- Replico el mismo.-
Bueno en realidad solo me falta una cajetilla de cigarros rojos.
Suave o dura?
Dura.
Es todo?- Dijo Louis en tono medio amable-
En realidad solo quisiera preguntarte algo que no tiene nada que ver con mi compra.
Dígame señor.
Llámame Clint.-Dijo el hombre- Louis, alguna vez has sentido que tu vida no va hacia ningún lado, y que todo lo que haces esta mal?
Pues, supongo que todo el tiempo señor, apenas tengo diecisiete años.
No, no, no. Yo no me refiero a que sea solo por la edad o por las situaciones duras en casa, me refiero a algo mas, como decirlo?, espiritual.
Pues supongo que no.
M....-El hombre se quedo pensando, mientras Louis pasaba los productos por el verificador-
Son 40 dólares, contando la gasolina- dijo Louis-
El hombre tomo un billete de su cartera y le pago. Mientras Louis buscaba el cambio, el hombre encendió un cigarrillo y expulso la primer nube de humo.
Louis, siempre hay que estar al pendiente de la vida, uno nunca sabe cuando le toca, veras, hace unos minutos me di cuenta de que en el momento menos esperado, cuaz!, pasa algo estúpido y la vida se te derrumba.
A que se refiere señor?
Clint, ya te dije que me llames Clint, y me refiero a que un día puedes estar excelentemente bien y en menos de cinco segundos te das cuenta de que estas solo, triste y sin ayuda alguna.
Louis le miraba sorprendido y pensando para si mismo que el hombre estaba alcoholizado o algo por el estilo.
El hombre tomo las cosas y se dirigió hasta su coche, Louis como era costumbre, se coloco de nuevo los audífonos y siguió escuchando música.
Al rededor de las doce de media noche Louis se cambio la ropa y salió para ver cuando llegara su reemplazo, el del turno de noche. La sorpresa fue ver que el auto del hombre extraño aun seguía parado en donde estaba el tanque, así que se acerco a ver que era lo que pasaba. Quiso mirar a través de los vidrios, pero estaban polarizados con un papel muy oscuro y no se veía actividad alguna, así que se armo de valor y abrió la puerta del conductor.
Al abrirlo el cuerpo del hombre cayo a sus pies, por un momento Louis soltó un grito nervioso pero el verdadero susto no fue hasta que vio sangre fluir de aquel cuerpo. Louis estaba asustado, pero no lo suficiente como para no ver que era lo que había pasado con el, lo levanto e intento ver lo que había ocurrido, el hombre tenia un arma en su mano derecha y un impacto de bala en la sien del mismo lado, era un hecho, el hombre se había suicidado, el bote de agua estaba a la mitad y había colillas de cigarro por todas partes, mas de las que traía la cajetilla, Louis miro dentro del coche y en el asiento trasero se veía un bulto. Louis cerró la puerta y camino de nuevo hacia la tienda, asustado y desconcertado. Se sentó en la entrada viendo hacia el coche y se toco la frente, sin darse cuenta mancho su frente con la sangre que traía del tipo aquel, que para Louis se había convertido en uno de esos clientes locos que según las historias de sus compañeros de trabajo, pasan casi todo el tiempo.
Louis no sabia que hacer, miraba el reloj continuamente, la hora de llegada de su compañero ya había pasado hacia dos horas y ningún otro coche incluso el de la policía habían aparecido por el lugar. De pronto el coche comenzó a tambalearse, Louis sintió como la piel se le erizaba y la sangre le bajaba hasta los pies, se levanto y de un brinco llego hasta detrás de la puerta de la tienda. En un abrir y cerrar de ojos había apagado las luces y había cerrado todos los candados. Louis miraba escondido tras el mostrador como el coche se agitaba cada vez más violentamente hasta que de pronto el coche se quedo inerte.
Después de quince o veinte minutos, la puerta trasera del coche se entreabrió, Louis miraba consternado y temeroso, observo como del coche descendía una figura humana, completamente desnuda, desde donde estaba Louis aparentaba medir entre dos metros y dos metros veinte, la silueta de aquel hombre enorme se veía claramente a la luz de la luna. De pronto el hombre soltó un gruñido lastimero y ahogado. Louis entre el pánico y la desesperación recordó que en el almacén subterráneo había una línea telefónica, pero para llegar ahí tendría que atravesar la pequeña tienda que bajo los influjos del terror y el pánico ahora le parecía enorme. Louis se arrastro dos o tres metros, hasta llegar al primer estante, una vez ahí se puso en pie justo para ver como el hombre volteaba de cabeza el coche donde viajaba junto con el otro sujeto. Justo cuando Louis le miraba tras los empaques de frituras, el hombre guió su mirada hacia la tienda, los ojos le brillaban rojos y por un momento Louis sintió como si le mirara a el. El hombre se encamino hacia donde Louis. Louis corrió hasta llegar a la puerta del primer almacén.
La desesperación le hizo tirar las llaves al piso, pero tuvo tiempo de regresar a recogerlas y abrir la pequeña puerta que dirigía al almacén subterráneo. Louis Bajo y cerro la puerta por dentro con llave, encendió la luz y fue hasta el final del pasillo a buscar el teléfono. Al llegar ahí no encontró más que la línea, el aparato se encontraba en algún lugar de ahí abajo. Comenzó buscarlo, cuando de pronto escucho como los vidrios se caían a pedazos. Lo encontró el uno de los estantes, y corrió hasta la línea. En el piso de arriba se movía el hombre, sus pasos retumbaban de un lado a otro. Louis consiguió conectar el teléfono y al levantar su bocina descubrió que su esfuerzo fue en vano, Karlo Rivera no había pagado la cuenta de la línea y se la habían cortado. Louis comenzó a llorar de desesperación mientras que los pasos se escuchaban más y más fuertes. Hasta que de pronto no se escucho nada. Louis trataba de calmase a si mismo respirando profundo. Se levanto de donde estaba y camino hacia la puerta, estaba convencido que el hombre se había ido y de repente algo arriba golpeo con fuerza la puerta, Louis entro en shock de nuevo y corrió hasta un pequeño hueco entre el ultimo estante y la pared. De pronto el hombre rompió la puerta y entro, camino entre los pasillos y Louis observaba como sus pies avanzaban a lo largo de ellos.
El hombre golpeo con fuerza el primer estante, provocando ahí un efecto domino con los demás estantes y haciendo que una lata de catsup casi le aplastase la cabeza a Louis. El hombre rondo varios minutos el lugar y Louis solo se mantenía a la expectativa. Cuando el hombre se acerco hasta donde Louis estaba escondido y pusiera su rostro frente a el, miro que su rostro era deforme y rojizo, que de la nariz algo verde y viscoso le fluía y que sus ojos eran completamente rojos, de pronto una voz se escucho de arriba.
Louis reconoció la voz, era la voz de Josh Wallas, su relevo, el hombre demonio giro su cara en dirección a la puerta y corrió rápido hacia allá, Louis salió tras el y sin notarlo llego arriba solo para ver que el hombre demonio se abalanzaba sobre Josh, miro como le arranco los brazo al mismo tiempo que noto que los pies del hombre demonio eran solamente dos garras. El hombre despedazo a Josh en un instante y se lo trago, Louis asustado volvió a esconderse donde estaba y ahí se quedo el resto de la noche mientras escuchaba pisadas y como tronaba algo, que el asimilo que eran los huesos de su compañero.
La mañana siguiente Louis subió de nuevo, miro el lugar deshecho y el carro volcado afuera, cuando giro hacia donde estaban los refrigeradores miro algo así como una cabeza dentro de uno, se acerco y lo abrió, era la cabeza de Josh, y ahí mismo una nota que decía, POR TI TAMBIEN REGRESARE, COMO LO HICE CON CLINT.
Louis asustado salió corriendo del lugar, corrió varios kilómetros hasta llegar casi sin aliento a donde estaba una patrulla, reporto el suceso, pero cuando la policía llego al lugar solo encontraron cenizas, el lugar se había consumido en llamas y Louis solo miro a los agentes. Algunos dicen que solo fue descuido del muchacho y que para salvarse de aquella sanción invento toda aquella historia, pero según científicos el fuego que consumió aquel lugar no fue hecho por un combustible sino por una reacción muy diferente, inexplicable para la ciencia. Como quiera que fuera el caso, el reporte fue clasificado y enviado a los archivos muertos. Orlando G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario